Descripción de la obra
Los confesores reales no se limitaron a perdonar los pecados a los monarcas: amigos, con fidentes, ayudantes e incluso consejeros de gobierno han estado a la sombra del poder a lo largo de la historia de España, suscitando siempre una gran polémica.
Reyes y reinas les relataron sus más profundos secretos. Convertidos en leales compañeros, las tareas que les encomendaban llegaron a ser de lo más variopinto. Así, Isabel 1a Católica envió a su capellán Alonso de Coca a las cortes de Francia y Aragón para que le aconseja ra por cuál de sus pretendientes debía decidirse para contraer matrimonió; algunos de los confesores de Carlos II el Hechizado actuaron como exorcistas, intentando encontrar una cura a los males del monarca, y el padre Claret, confesor de Isabel II, no sólo medió en los amoríos de la reina sino que promovió el proyecto de construcción de la catedral de la Almudena junto al Palacio Real.
Pedro Miguel Lamet analiza la relación de los confesores con los reyes y reinas de España hasta que su gran influencia los convirtió en personajes odiados y temidos, envidiados por unos y respetados por otros. El rigor histórico y la documentación se mezclan aquí con un tono literario y ameno para desgranar curiosidades y anécdotas, que desvelan cómo era la vida en la corte y detalles íntimos de la personalidad de los monarcas.
Una apasionante visión de la historia de España a través de dos instituciones, la monarquía y la Iglesia, cuyas trayectorias han corrido paralelas hasta nuestros días.