Descripción de la obra
La catástrofe cultural de Irak en el año 2003 fue un acontecimiento que conmovió al mundo. Una vez capturada Bagdad por las tropas de Estados Unidos, comenzó una pla de pillaje que provocó la desaparición o destrucción de miles de obras de arte en el Museo Arqueológico. Para mayor escándalo, se tratcí de las muestras más antiguas de la civilización sumeria y de tablillas de arcilla, que contenían los primeros registros eseritos de la humanidad. El edificio de la Biblioteca Nacional y del Archivo Nacional fue totalmente reducido a cenizas, lo que acabó con un millón de libros y millones de documentos del período Otomano y Republicáno. Asimismo ardieron los textos de las bibliotecas universitarias y centenares de manuscritos antiguos se convirtieron en ceniza en Basora y Mosul. Ejemplares únicos de Las Mil y Una Noches, obras de Averroes, Avicena, Alfarabi, y otros grandes tilósofos o historiadores árabes se desvanecieron para siempre.
Aún fresca esta tragedia, miles de asentamientos arqueológicos fueron saqueados. En la zona de Uruk, donde nació la civilización occidental, las bandas de traficantes de arte acabaron con todo lo que pudieron. En los lugares donde estuvo Nínive, Ur, Isin, Lagar, pudo saberse que el daño fue desproporcionado.
Cuando Fernando Báez llegó a Bagdad, ya declarado el fin de la guerra, descubrió que la posguerra era más violenta y encontró este panorama desolador. De inmediato, elaboró su versión de los hechos, con todos los detalles del terrible expolio y devastación del patrimonio cultural de Irak. Flor del Viento y Octaedro se complacen en ofrecer en este volumen el tes-timonio personal de este reconocido autor, un recuento de primera mano, vívido y ameno, sobre un hecho histórico de nuestro tiempo, escrito para que no pueda ser olvidado ni quede impune.