Descripción de la obra
Las vidas del joven Lucas, la emigrante búlgara Kalinka y el viejo Félix confluyen en el caserón de este último, un lugar que ya hace tiempo dejó de servir como hogar. Distraídos por la falta de rumbo y por un pasado indigno de añoranza, estos personajes apenas pueden disfrutar de su convivencia algo forzada. Una convivencia cargada de promesas, y quizá también de erotismo, de la que los tres sacan fuerzas para enfrentarse, cada uno a su manera, al futuro... Escrita con una prosa de enorme entidad literaria, que se acrecienta aún más al adaptarse a la voz de cada personaje y hurgar en sus sentimientos, No hay salida al mar aborda la orfandad del hombre moderno. La búsqueda del padre es el tema de partida para esta novela, que desemboca en la descomposición de la familia y del concepto de hogar, y en la pérdida de la certeza de la patria y de la seguridad de las ideologías.
De la obra anterior de Montserrat Fernández Montes, la crítica ha dicho: El último verano: Una novela así no sale por casualidad (C. Martín Gaite, Diario 16). Una prosa expresiva, pulcra, apta para emprender cualquier empresa narrativa de fuste (R. Senabre, Abc). Esto es escribir y esto es contar una historia emocionante (R. Irigoyen, Cuadernos del Sur). El último verano nos hace concebir grandes esperanzas en el futuro literario de la autora (J. Á. Juristo, El Mundo). Escritura de calidad, escritura de olor y sabor, empastada, noble, atractiva (B. M. Hernando, Tribuna). Gramática griega: Un relato narrado con gentileza, suavidad y elegancia, que merecía la pena ser contado, y por tanto, leído y compartido (C. García, El Norte de Castilla). Literatura en estado puro (J. Vázquez, El Mundo). Un mensaje lleno de optimismo y arrojo. En suma, una lectura gratificante (Bernardo J. Gómez, Sur). Una novela sobre la sensualidad y la inteligencia (E. Ayala-Dip, Babelia). Una escritura sencilla, ágil, con recursos bien medidos (B. Hernánz, Abc).