Descripción de la obra
... como si toda verdad -esa parte de sombra donde la luz se extingue- que el libro transmite no fuera más que el acceso a la muerte de la que la escritura sería, al mismo tiempo, suerte y desgracia; una muerte que hacemos nuestra con cada vocablo, con cada letra; con sonidos y silencio; donde el sentido no es más que lo que da sentido a la aventura. Como si, para tener un sentido, esta aventura necesitara, además, del sentido profundo de las palabras, de sus múltiples sentidos, que no son más que destellos de su resplandor.
Y así el libro, Ilevado por sus vocablos, vivirá de su vida íntima y morirá de su muerte compartida.
Y así, nosotros somos primero conducidos y después abandonados por cada fracción de segundo de nuestras vidas. De manera que, en definitiva, tan sólo podemos dar fe de este abandono.
Eso sigue su curso, sin duda. ¿Pero qué es lo que, página a página, ha seguido, aquí, participando en este movimiento: la vida, la muerte, la herida, el deseo, la pregunta, la poesía, la simple curiosidad, la confian za, la esperanza?
Todo al mismo tiempo, sin duda, a través del sensato y loco intento de afrontar lo escrito tanto en su medida abarcable como en la desmedida de su ambición.
También lo asombroso de un encuentro que nada, en un principio, presagiaba: el de lo dicho ya -que no es lo ya dicho- con el infinito del decir.