Descripción de la obra
Cuando me quedo solo, tengo ganas de andar por el campo, de huir del pueblo y marcharme campo a través. El pueblo está rodeado de cerros de tierra roja, con olivares, y en la claridad del cielo se recorta la silueta de alguna palmera ... El campo se ha quedado en una quietud absoluta, silencioso y como preparándose para la noche. Me gusta pisar la tierra suelta, colorada, frente al olivar :.. Siempre me gusta salir de los pueblos grandes y pisar la tierra del campo, refugiarme bajo los olivos, donde hay quietud y no se oye más que -de vez en cuando- el silbo del aire.
Tierra de olivos nos recuerda a Azorín y a Ignacio Aldecoa, y pertenece a la estirpe de obras como Viaje a la Alcarria, de Cela, y Campos de Níjar, de Goytisolo, con las que es comparable en cualidades. Libro de viajes , adscrito al realismo social, es al mismo tiempo el relato de la pequeña epopeya personal de su protagonista, tiene innegables visos existencialistas y constituye un hermoso e imperecedero relato antropológico de la tierra que recorre. Está lleno de poesía en su sobriedad y en su deliberada reiteración de situaciones, en el anegarse en un paisaje al que maldicen sus siervos , los jornaleros, pero cuya belleza no escapa al protagonista, ni escapará al lector atento.