Descripción de la obra
El primer lápiz de la prehistoria. La cueva "en blanco". El primer vernissage y el primer marchand. Leonardo y Rafael. Brueghel y El Bosco. Canaletto con el agua al cuello. Goya y la CNN. La oreja de Van Gogh y la isla de Gauguin. La altura de Toulouse Lautrec. El índice de Modigliani. El duelo entre Picasso y Matisse. La casa de Escher. La ola de Hokusai. Los solos de Hopper. El test de Pollock y el abrelatas de Warhol. La epidemia Lichtenstein. Fukuda en la ducha. Intimidad, modelos, métodos y finanzas de un artista. Los ratones de Walt Disney y el talento animal de los clásicos de la historieta. Para cerrar la muestra, algunos estoicos ex europeos (es decir, argentinos).
El recorrido de Miguel Rep por la historia del arte es como su gracia: mimética, vivaz, extraordinaria. Despojado de todo celo, Rep paga su tributo (no falsificado) al arte mayor y queda atrapado del otro lado del espejo: su arte "menor" deviene arte a secas. En este bestiario descatalogado dibujar y escribir -y, enseguida, ver y leer- son un mismo relámpago. Casi todo en Rep es un salto, entre tiem pos distantes, entre elementos dispares, disparatados. La risa como modo de entender y agradecer. El arco del pensamiento y la flecha del trazo. La condensación, la elipsis y el noble efecto del dibujo tocan en Bellas Artes puntos altos, sutilísimos. Aquí, la pintura y la historieta se miran fijo y ninguna logra quitarle la mirada a la otra.
De la mano de Rep a los ojos del lector: más que una extensa carta de amor al arte, postales de corresponsal encendido, taquigráfico, inimitable.