Descripción de la obra
La princesa no hacía más que bostezar y, como los bostezos son tan contagiosos, todo el palacio andaba con la boca abierta: el rey, la reina, los ministros..., hasta el gato y el perro del jardinero bostezaban. El rey trataba de contentar a su hija con todo lo que tenía a su alcance, pero sus intentos eran inútiles. Un día, mientras paseaba por los jardines, el hijo de un criado de palacio se acercó a la princesa y...
Un relato divertido, sencillo y eficaz que, con acento poético, le saca gran partido al lenguaje y subraya el valor de la amistad con un mensaje claro y directo para los lectores: ni bolas de helado, ni colchones de pluma, ni elefantas amarillas alegran el corazón de las princesas tanto como un buen amigo.
Un cuento para ayudar a los niños a reconocer los valores que les harán disfrutar de la infancia, en una sociedad a menudo amenazada por el consumo, que olvida la relación, el juego tradicional y la experimentación como actividades indispensables para conocer el mundo y establecer lazos afectivos.
Las ilustraciones de Elena Odriozola, de trazo delicado e intimista, con una paleta de colores suave y contenida, resuelven de manera eficaz, tanto técnica como conceptualmente, una secuencia de situaciones en las que la sutileza y la finura sobresalen como rasgos dominantes de esta excelente propuesta plástica