Descripción de la obra
Crimen y locura. No siempre la locura es la inductora y responsable del crimen, de la muerte del otro. Hay quien mata con frialdad, pero no puede negarse que la locura está presente en numerosos crímenes, aunque en modo alguno los justifica. El trastorno mental, transitorio o no, es argucia de leguleyo.
Pero, locura o no locura, lo más grave que un hombre puede hacer a otro es arrebatarle la vida. Cuando el "yo" y el "otro" se sitúan frente a frente y el primero elimina al segundo, la tragedia es terrible. Matar al otro es reducirle a la nada, metafísicamente hablando.
Dos grandes motivos inducen a un criminal a dar muerte a un semejante: la ambición y el amor, o si se prefiere, el mayor monstruo que genera este último, los celos. A ambos habría que unir la obsesión, la locura de pensar que la vida propia es imposible con la presencia del otro. De los tres motivos anteriores y de la venganza, que es tan importante, da cuenta esta antología.