Descripción de la obra
Un pueblo de los Monegros. Un pueblo nuevo, reciente, construido apenas diez años atrás junto a un canal de regadío. Alrededor tan solo el desierto. Llueve. No para de llover. Ya todo está anegado, están aislados en medio de esa nada, ajenos al exterior. Un grupo de Guardia Civiles descubre, finalmente, el cuerpo de la Doña al fondo de un barranco. Está muerta.
El cabo se enfrenta a su bautizo como jefe del puesto con esta muerte.El sargento no está en el pueblo y con las lluvias no puede acceder a él. Los del pueblo no parecen sorprenderse ante la noticia. Solo se lamentan de que tanta desgracia venga junta: ahora la Doña cuando hace unos días que Isabelita agoniza en un hospital. Pero no se sorprenden. Nada puede sorprenderles, ni siquiera la muerte de Franco, que agoniza en el Pardo sin que a ellos parezca importarles lo más mínimo.
Llevan el cadáver a la consulta del Dr. Este es un personaje lleno de cinismo, desagradable en su humor, hiriente, pero de una inteligencia inusual. Alguien que no se calla la verdad, aunque esta ofenda. Todos en el pueblo parecen estar de acuerdo: el Dr. no tragaba a la doña, él podría ser el asesino.
El cabo joven, inexperto y no vinculado a las viejas formas de actuación de la benemérita, se verá involucrado de esta manera en un caso en el que todos tratan de que actúe como ha venido siendo normal durante los cuarenta años del franquismo: acusando a cualquiera y tirando rápidamente tierra sobre un asunto que se intuye escabroso. Pero él, llevado por un pensamiento que deja entrever ya una nueva época, no aceptará los mandatos del delegado Oneto, el cacique local, y decidirá llevar la investigación hasta el final.