Descripción de la obra
El Sol representa para la Tierra la fuente de la vida. Además, es el origen del resto de formas de energía que el hombre ha venido utilizando desde los albores de la Historia.
Por otra parte, si aprendiésemos a utilizar de forma racional la energía con tenida en la luz que nos llega continuamente desde el Sol, seríamos capaces de cubrir con ella todas nuestras necesidades. De hecho, cada año, el valor de la energía que se consume no llega al 0,025% del total de la energía que el Sol hace llegar a la Tierra en el mismo periodo, con lo que un aprovechamiento mínimo de la misma serviría para garantizar tanto una independencia energética absoluta, como evitar los residuos y emisiones contaminantes que produce el empleo de otros combustibles.
Esta energía solar que se recibe en forma térmica, puede aprovecharse directamente, o bien ser convertida en otras formas útiles como, por ejem plo, electricidad.
Para la obtención de electricidad se usan los módulos fotovoltaicos. Los paneles, módulos o colectores fotovoltaicos están formados por dispositivos semiconductores tipo diodo que, al recibir radiación solar, se excitan y provo can saltos electrónicos, generando una pequeña diferencia de potencial en sus extremos. El acoplamiento en serie de estos fotodiodos permite la obten ción de voltajes mayores en configuraciones muy sencillas. A mayor escala, la corriente continua que proporcionan los paneles fotovoltaicos se puede transformar en corriente alterna e inyectarla en la red, operación muy rentable económicamente, pero que con la tecnología actual precisa de sub venciones para una mayor viabilidad. Sin embargo, en entornos aislados, donde se requiere poca potencia eléctrica y el acceso a la red es difícil, como estaciones meteorológicas o repetidores de comunicaciones, la utilización de las placas fotovoltaicas representa una alternativa económicamente viable.