Descripción de la obra
De Don Juan se ha dicho que es una anacronía, una antigualla, un loco, por su absurda búsqueda de la felicidad absoluta; un narciso, cruel, egoísta, incapaz de amar; una quimera, un prejuicio literario, una metáfora medicinal, un caso patológico de hipererótico polígamo, un garañón estéril, un histérico fronterizo con la homosexualidad, un feminoide de morfología descaradamente equívoca, un eunuco. Pero la execración del personaje podría explicarse como consecuencia del resentimiento de los malogrados. Porque de Don Juan también se ha dicho que es un idealista, una rebelde conbtra las hipócritas convenciones sociales, un héroe de la libertad, un símbolo del poder, de la fuerza por gracia, un conquistador irresistible, generoso, cosmopolita; el más universal de los fantasmas literarios, un tema eterno opropuesto a la reflexión y a la fantasía, un mito del alma humana. En conclusión, Don Juan somos nosotros, y de esta manera pasa a aser la sospecha de que nuestros ideales son incompletos, o la representación del sueño de amor que todos llevamos dentro.