Descripción de la obra
¿Es posible pensar que el país democrático por antonomasia, los Estados Unidos de América, no sea en realidad en absoluto democrático? ¿Que los Estados Unidos se hayan metamorfoseado en una nueva y extraña especie de híbrido político en el que el poder económico y el poder del Estado se han asociado y quedado fuera de control? ¿Es posible que ese país, "el más poderoso de la Tierra", "Superpoder", haya descendido hacia una forma invertida del totalitarismo?
Sheldon Wolin, probablemente el más destacado teórico norteamericano de la democracia, analiza en esta obra los rasgos dominantes de un régimen que, si bien no puede ser comparado moral ni políticamente con los estados totalitarios del siglo XX (la Alemania nazi, la Italia fascista, la Unión Soviética), deriva peligrosamente hacia una situación en la que el descontrolado poder económico puede convertirse en un "poder total", con sus propias patologías. Un régimen cuyos ciudadanos son políticamente apáticos y sumisos, y en el cual las élites desean que sigan siéndolo. En el mejor de los casos, afirma Wolin, los Estados Unidos se han convertido en una "democracia dirigida" en la que el pueblo es manipulado y no soberano y, en el peor de los casos, en un país donde el poder corporativo no responde a los controles del Estado.
De acuerdo con la tesis según la cual "es posible que una forma de totalitarismo diferente de la clásica surja a partir de una supuesta 'democracia' 'fuerte' en lugar de una 'fracasada'", Sheldon Wolin ofrece en este libro, tan oportuno como inquietante, uno de los diagnósticos más oscuros sobre los males de la política que se han realizado en las últimas décadas: un diagnóstico que parece confirmarse a la luz de los acontecimientos actuales y de la crisis de un sistema financiero que escapó a todo control.