Descripción de la obra
Según Sainte-Beuve, Baudelaire se había construido un quiosco peculiar, muy decorado, muy atormentado, pero coqueto y misterioso , al que llamó la Folie Baudelaire ( Folie era el nombre del siglo XVIII para ciertos pabellones dedicados al ocio y el placer), situándolo en la punta extrema de la Kamchatka romántica . Pero en ese lugar desolado no faltarían los visitantes. Hasta los más opuestos, como Rimbaud y Proust. Aquí se cuenta la historia de cómo se formó la Folie Baudelaire. Una historia hecha de historias que tienden a cruzarse â hasta que el lector descubre que, durante varias décadas, la Folie Baudelaire ha sido sobre todo la ciudad de París. Calasso medita en sus ensayos atípicos sobre la Cosa escrita, vista e investigada hasta la morbosidad, persiguiéndola en impensables meandros de detalles a veces sorprendentes, pero hay â una onda Baudelaire que lo atraviesa todoâ (¡sin duda!) (Guido Ceronetti, Il Foglio). Calasso parece conocer todo lo que sucedió, todo lo que se escribió y pintó en Francia entre 1830 y 1900. Su curiosidad es insaciable (Pietro Citati, La Repubblica). Un ensayo-río sobre el gran magma caótico o arranque de la modernidad, encarnado como nadie en Baudelaire, sismógrafo sin igual, sensible, escrupulosamente atento a cada menor â confusión y contrasteâ de su tiempoâ Libro tras libro, en maravillosos ensayos o creaciones de amplio espectro literario, el talento de Calasso para â la analogía universalâ , para las correspondencias infinitas, no tiene paragón en nuestros días. Él es el escritor total e ideal para encadenar sensibilidades, actos, imágenes, a la manera de audaces vasos comunicantes de un laboratorio de lo humano visto en su conjunto. Los puentes, â los nudos indisolublesâ y consanguíneos, los eslabones, en su caso, son siempre originales y estimulantes, certeros y subordinados a imprevistas rupturas y nuevos encadenamientos (Mercedes Monmany, ABC). Una galería virtual de imágenes y palabras extraídas de u