Descripción de la obra
El 31 de mayo de 1906, la monarquía española echó la casa por la ventana para celebrar la boda del rey Alfonso XIII con la princesa Victoria Eugenia de Battenberg, conocida por todos como Ena. Los dos jóvenes se habían enamorado la primera vez que se vieron en la corte inglesa y nada pudo interponerse a su flechazo: ni la fuerte oposición de los miembros más convencionales de la casa real británica y de los miembros más tradicionales de la Iglesia y la política españoles, ni el problema que suponía el escaso rango dinástico de la novia, considerado a todas luces insuficiente para el rey de España. El corto noviazgo de menos de un año, entre cartas y algunos breves encuentros en Inglaterra o Biarritz, no sirvió para que ambos se conocieran mejor pero sí para aumentar su pasión.
Durante las magníficas y coloristas celebraciones, el pueblo salió a las calles con un fervor inusitado, y los representantes de la nobleza española, la realeza extranjera y las legaciones diplomáticas llegados del mundo entero a Madrid, envueltos en sus vistosos trajes y tocados con sus formidables joyas, vivieron la fiesta intensamente en su versión más castiza a ritmo de agua, azucarillos y aguardiente.
Tristemente, la boda más fastuosa de la España del siglo xx, diseñada para relanzar la imagen del país ante el mundo, tuvo un trágico desenlace cuando el anarquista Mateo Morral lanzó su bomba sobre la comitiva regia, en un presagio ominoso de lo que acabaría ocurriendo con el amor de Alfonso y Ena.