Descripción de la obra
Más de medio millón de republicanos españoles fueron empujados al exilio tras el conocido desenlace de la guerra civil que se libró en su país entre 1936 y 1939 y sus efectos posteriores.
Esta diáspora originada entre los derrotados incluyó a un nutrido conjunto de artistas, cuyos variados integrantes por lo general se habían venido significando anteriormente por sus ideas plásticas avanzadas o por sus visibles compromisos con unos ideales éticos y políticos poco favorables al bando vencedor.
Desde el momento en el que estos creadores iniciaron su incierto peregrinaje, sus identidades y sus formas plásticas también se pusieron en tránsito, expuestas a las nuevas contingencias que conlleva su marcha.
Latinoamérica, esa comunidad de países que desde el otro lado del Océano Atlántico había seguido con tanta atención el desarrollo de este conflicto bélico, tras la recepción inevitable de la vecina Francia, fue el siguiente espacio que mayor número de españoles acogió de esta obligada emigración emprendida por los vencidos.
Lazos culturales, idiomáticos, familiares, afectivos e, incluso, políticos y de oportunidad, estuvieron entre las principales razones tanto para su admisión por parte de estos países como para la elección preferente de este destino por muchos de estos hijos de esa España peregrina.
Y, en efecto, la misma afinidad que prestaban estos lazos, permitió luego suavizar en muchos casos los difíciles encuentros de identidades.
El presente libro colectivo, en consecuencia, además de atender a la significativa adscripción espacial y movilidad de estos exiliados en Latinoamérica y ofrecer un muestreo de sus variados caminos de desarrollo artístico, recoge a lo largo de los doce trabajos que lo conforman una serie de ejemplos o visiones sobre la incidencia del tránsito o especial peregrinaje del exilio en las identidades de tales artistas y las formas en las que estos creadores desplazados fueron reflejando, acomodando o vehiculando allí, mediante diferente