Descripción de la obra
Todo comienza y termina en el ser humano, es causa y consecuencia. Sus manos laboriosas cuidan la tierra.
La aran.
Siembran en ella.
La abonan para que las semillas crezcan bien y vivan mejor.
Él elige las mejores, las mete con ternura en la tierra.
Las riega.
Se enfada cuando el sol deja de calentarlas con su luz.
Hasta les cantaría canciones de cuna si diera algún provecho.
A veces lleva abejas para que les hagan compañía.
Las cura cuando se enferman gravemente. Podrías confundirlo con un ángel si no fuera porque llega un día en que este ser humano se pone las botas de agua, saca una canasta de la despensa y empieza a arrancar, cortar y recolectar para seguir pelando, cortando, triturando, guisando o echando al agua hirviendo.
No se para a pensar ni por un momento, ¿y si las frutas y las verduras tuvieran sentimientos?