Descripción de la obra
La comunicación se pega a la piel de la psicología.
La experiencia cotidiana da fe de ello, así como de su presencia en los procesos psicológicos, de su papel en la aparición de muchos de dichos procesos, en la transmisión de sus contenidos y potenciación de sus efectos.
Pero, a su vez, la comunicación depende de factores psicológicos para activarse.
En el binomio comunicación-psicología, es esta última la soberana.
Frente a la extendida posición según la cual la psicología ocuparía un espacio dentro del amplio mundo de la comunicación, los trabajos de este volumen demuestran la idea contraria: la psicología es soberana y es la comunicación a la que corresponde ocupar un lugar dentro del ámbito psicológico.
Precisamente para respaldar la afirmación anterior, la Academia de Psicología de España invitó a cuatro destacados psicólogos, autores de aportaciones destacadas en el estudio de la comunicación, a exponer sus puntos de vista sobre la interfaz comunicación-psicología.
El resultado es este volumen, en el que reflexiones y resultados, asociados a líneas concretas de investigación, permiten comprobar cómo se entrelazan psicología y comunicación en procesos centrales en diversos ámbitos de la sociedad.
Horcajo llama la atención sobre la necesidad de contestar a la pregunta ¿qué es la comunicación?, pregunta nada retórica, ya que, si bien la comunicación parece hacer referencia a la información, es algo diferente de ella.
Comunicarse es compartir significados y, para ello, hay que incorporar al concepto elementos profundamente psicológicos, muy especialmente la capacidad de comprender los significados de un modo consensuado .
De ahí la importancia de la persuasión que puede ocurrir a través de procesos psicológicos de naturaleza diferente, tanto deliberativos como heurísticos.
A partir de la consideración de que la comunicación engloba persuasión e influencia-sugestiva, Rocamora apunta que en el ámbito psicosocial la palabra sugestión se ha reemplazado po